Desde que llegó fue noticia. Perdón, desde antes lo era. Desde que su ex decidió contar intimidades que debieron solucionarse como lo que son: intimidades, la "foquita" Farfán ha sido blanco de todo tipo de comentarios. Si tiene tanto dinero, si se compró tal o cual carro, etc. Sin duda, la prensa amarillista busca cómo sacarle partido a los escándalos, no importándole de quién se hable. Pero como siempre se dice, y es cierto, hay cosas más importantes de qué hablar. Cosas en las que todos queremos lo mismo, que es ganar mañana a Paraguay y sumar por fin nuestros primeros tres puntos en estas clasificatorias. De eso no hay duda. Pero si a cada jugador nacional cada vez que viene se le trata comoa un rival a vencer buscándole escándalos, porque eso "vende", estamos reafirmando esa triste célebre frase que el peor enemigo de un peruano es otro peruano. Ya le pasó a Juan Vargas y su "choque y fuga" con la modelo Tilsa Lozano. Además, ¿no hay acaso congresistas, ex presidentes, y demás autoridades que también tienen sus "guardaditos"? Quien esté libre de pecado...
Farfán es el mejor jugador peruano desde hace mucho tiempo. Puede ser tirular en cualquier equipo del mundo, y si no ha llegado a un club de los grandes de Europa, ha sido por su falta de ambición y, por qué no decirlo, a su falta de disciplina, que dicho sea de paso, le ha costado no estar en algunos partidos claves de nuestra selección. Y de esos hay muchos en nuestro medio. El ex Alianza Lima no es el único ni será el último (ojalá fuera así). Pero repito, lo más importante ahora no es la vida íntima, o lojosa, o si el jugador salió con alguien. Porque de lo que se dice, quizá ni la mitad sea cierto.
Por otro lado, es una pena ver cómo las portadas de los diarios deportivos hablan de la magia de nuestro equipo y estamos últimos en la tabla. Hablan que los paraguayos nos temen y ellos va con frecuencia a los mundiales, nosotros no lo hacemos desde hace 33 años. La falta de seriedad empieza desde quienes hacen sensacionalismo en los medios. Chile vino y nos ganó bien, con fútbol, con jerarquía, y a pesar que fue una dura derrota por la expectativa que se tenía, hay que reconocer que los mapochos hace rato nos han sacado una gran ventaja. Ahora, ante los paraguayos la prueba será más dura. No porque sean mejores que nuestros vecinos del sur, sino por la necesidad que tenemos de sacar los tres puntos sí o sí. Y ya sabemos cómo es el futbolista peruano bajo presión. Sin embargo, confío en que Gareca sabrá manejar esto y hablará con cada jugador y le pedirá paciencia, tranquilidad y solidez en cada línea, ya que el equipo guaraní sabe defender y contraatacar. Si los jugadores hacen lo que el DT dice, debemos ganar. Hay cómo, tenemos cómo. Sólo se necesita ser disciplinado dentro del campo de juego (también fuera), y los resultados llegarán solos. Otra vez la tan mentada disciplina...
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