jueves, 19 de noviembre de 2015

¿SE VA O SE QUEDA?


Luego de esta última fecha doble del camino a Rusia 2018, nuestra selección volvió a dejar más dudas que certezas, a pesar de ganar a Paraguay y de esa forma alcanzar nuestros únicos tres puntos. La ilusión del hincha, que vio en la Copa América de Chile a un equipo peruano atrevido, con una idea de juego clara, con buen toque, y como consecuencia de ello la obtención de una medalla (tercer lugar contra todo pronóstico), era justificada. Sin embargo, más de uno pide la cabeza de Gareca cuando sólo se han jugado cuatro partidos de este largo camino al mundial. ¿Es justificado?, ¿sacar al técnico ahora, es la solución? ¿quién creia que a estas alturas íbamos a estar en zona de clasificación, cuando hay selecciones mucho mejor constituidas, como Chile, Argentina, Brasil o Ecuador? Es fácil echarle la culpa al DT cuando nuestra realidad nos dice que estamos donde estamos porque lo merecemos. ¿Acaso el universo de jugadores que tenemos es amplio? Los clubes, que son los que deberían dotar a la selección de materia prima (entiéndase jugadores), no hacen su trabajo. No hay jugadores, así de simple. 
Sin embargo, del equipo luchador, que no ponía la otra mejilla, con personalidad que fueron los nuestros en la justa continental, pasamos a ser los previsibles de siempre. Ante los guaraníes, si bien ganamos, lo hicimos jugando feo, muy feo, con un juego desorientado que de haber sido otro el rival, estaríamos hablando de una derrota más. Y ante Brasil la cosa no mejoró, es más, empeoró. En anteriores encuentros, cuando nos encajaban un tanto, el equipo mostraba verguenza deportiva. Se notaba que aunque siendo inferior, buscaba cambiar la historia. Ante los cariocas no se mostró nada de reacción. Los goles vinieron y el equipo seguía perdido en la cancha. Demás está hablar de quién tuvo la culpa. Pero para muchos el culpable, el único culpable es el técnico. La idea de Gareca, entiendo, es la de lograr un mismo equipo que jueguen siempre juntos. Que se entiendan de memoria. Salvo algunos pequeños cambios, por la coyuntura del momento, tenga que hacer alguna modificación, la idea central es esa. En un torneo corto como la Copa América sí es buena buena estrategia. Para una clasificatoria tan exigente y competitiva como la de sudamérica el plan, creo yo, debe cambiar. Aún así, cambiar de DT no es la solución. Más experimentos ya no.

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