lunes, 13 de marzo de 2023

Alianza Lima

 ¿Cómo hacer una buena campaña en Copa Libertadores?

Alianza Lima gana todo lo que juega… en el torneo local. Para nadie es un secreto que ha armado quizá el plantel más competitivo en muchos años, que la alcanzará de sobra para pelear por el tricampeonato, pero ¿será suficiente para salir de perdedores la Copa Libertadores? Difícil responder pues hacer un buen papel en el torneo continental pasa más por tener categoría y estar convencido de poder hacerlo. ¿Eso tienen los íntimos?

Hay muchos ejemplos de equipos que han realizado una gran presentación internacionalmente sin necesidad de contar con un gran plantel. Lo demostró Cienciano del Cusco al ganar la Copa Sudamericana en el 2003 con un equipo ‘reciclado’ que, en base a convicción y un buen trabajo técnico-táctico del desaparecido Freddy Ternero, impuso condiciones en todas las canchas y ante cualquier rival que se le ponía al frente.

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Pero, así como el Cienciano, hay otros ejemplos de clubes e, incluso, selecciones, que rompieron todos los esquemas, todos los pronósticos, toda la lógica, y se consagraron ante los ‘más pintados’.

En el 2004, la selección de Grecia se convirtió en el rey de Europa al vencer a Portugal por 1-0 en la final. A Grecia nunca le importó tener el balón, parece que lo odiaba. Fue el equipo que menos pateó al arco; por eso, hasta ahora se habla de esa selección que venció a los portugueses que contaban con Figo, Deco, y un casi desconocido Cristiano Ronaldo.

En la Copa Libertadores, también en el 2004, un entusiasta Once Caldas venció al todopoderoso Boca Juniors, de Carlos Bianchi, Tévez, Abbondanzieri, Fabián Vargas, entre otros, y se coronó como campeón. Hoy, este Once Caldas pelea por no descender en la liga colombiana.

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En el 2008, Liga de Quito subió a los más alto del podio de la Libertadores al protagonizar otro “Maracanazo”. Derrotó por tiros desde el punto penal al Fluminense en el mítico estadio Maracaná, lo que para los brasileños fue un verdadero papelón.

Y aunque hay otros ejemplos, el sentido de estas líneas es entender que, más allá de las figuras que puede tener un equipo, una mentalidad ganadora puede lograr objetivos ganadores. De esta manera se puede empezar a construir la grandeza de un club, pero con hombres, no con nombres.

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