Reyna se queda en Alianza, ¿es lo mejor?
Que un futbolista peruano sea vendido a la mejor liga de Sudamérica (Brasil), pese a no ser novedad, siempre es llamativo. Pasar de la noche a la mañana de jugar en un torneo mediocre como el peruano, a la tierra donde salen excelentes jugadores cada 5 minutos, puede ilusionar a cualquier jugador.Bryan Reyna se convirtió en la comidilla de los programas
deportivos. Se dice que Gremio estaba dispuesto a pagar 1,4 millones de dólares
por el extremo aliancista. Al parecer, una oportunidad de esas que no se
presentan todos los días.
Sin embargo, ¿era en verdad una ‘gran oportunidad’? quizá
para el jugador sí, pero para Alianza Lima, no tanto.
Es claro que el club victoriano quiere obtener el tricampeonato.
Es su obsesión. Y Bryan Reyna es uno de sus mejores jugadores. No hay otro como
él. Es, quizá, el hombre más desequilibrante en el uno contra uno del fútbol
peruano. Una virtud que no abunda.
Si Alianza lo vendía no iba a tener la posibilidad de traer
a otro jugador de esas mismas características. No hay en nuestro medio. Otro factor
que hace entender la negativa del club de aceptar la oferta de Brasil es que el
dinero ofrecido tenía que ser compartido con Cantolao. Es decir, no iba a ser
un gran negocio.
Recientemente ha habido jugadores que se fueron a Brasil con
la idea del sueño futbolístico, pero nunca se pudieron consolidar y ni siquiera
llegaron a jugar.
Estos fueron los casos de Kevin Quevedo, cuando en 2020 se
fue a Goias y fracasó; Alexander Lecaros, también en el 2020 llegó a Botafogo y
tuvo el mismo desenlace; y Fernando Pacheco regresó al Perú tras su decepcionante
paso por Fluminense.
Que Bryan Reyna continúe en Alianza Lima y no emigre al
país de la samba puede ser bueno para él, teniendo en cuenta los últimos
episodios mencionados líneas arriba. Esperemos que el aún joven Reyna entienda
que, si los blanquiazules obtienes el tricampeonato, el valor del jugador puede
aumentar.
Además, si el extremo íntimo hace buenos partidos con la
selección en el inicio de las clasificatorias, también su valor subirá como la
espuma. No se va a acabar el mundo si no lo venden hoy. Paciencia y buen humor,
las cosas caen por su propio peso…
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