ILUSIÓN PARA LO QUE VIENE
¡ORGULLO! No se me ocurre otra
palabra para hablar de nuestro equipo. De nuestra selección que dejó en el
verde del Nacional de Santiago, calidad, categoría, derroche de disciplina
táctica, orgullo, pero sobre todo vergüenza deportiva. Esa forma de perder no
molesta a nadie. Hasta es permitido, es válido. Es más, la expulsión absurda (no
injusta), de Zambrano, queda para la anécdota por cómo se afrontó esta nueva
adversidad. Luchar de igual a igual ante un rival -sobre el papel- superior, y
dominarlo con 10 jugadores gran parte del partido, metiéndole miedo, callando
por momentos a las más de 50 mil almas chilenas en el estadio con buen juego y
un gol que hizo soñar a más de 30 millones de peruanos. Sí señores, es orgullo
lo que siento, no hay dudas…
Es cierto, “jugamos como nunca y perdimos
como siempre” dirán los pesimistas. Pero hay algo más en esta selección. Hay algo
que, los que estamos acostumbrados a ver fútbol siempre, estamos notando. Gareca
ha calado en el orgullo y fibra del futbolista peruano y está recuperando algo
de eso que desde hace 30 años hemos perdido. Simplemente confianza. Está convenciendo
al jugador que no somos los peores de Sudamérica. Que nuestro campeonato no es
menos que la segunda o tercera España u otro país. Que jugar en Perú es tan
importante como jugar en una liga extranjera. Si repasamos, medio equipo
titular de los que están en Chile son locales. Es cierto, no tenemos más, pero
justamente eso es lo meritorio en el DT argentino. Con poco está haciendo mucho.
Sería muy fácil subirse al coche,
ahora que las cosas han salido mejor de lo que se pensaba, y decir que sí creía
en Gareca. Que sí felicitaba su contratación y que con él avanzaríamos y
podríamos soñar con el mundial de Rusia. No me gusta mentir, no lo haré ahora. Siempre
pensé que necesitábamos un técnico de experiencia a nivel de selecciones, alguien
con suficientes pergaminos como para recién creer en el milagro de jugar bien e
ilusionarnos con llegar a escuchar nuestro himno en instancias finales de un
mundial. Me alegra saber que me equivoqué. Ahora creo que con “el tigre” al
menos no seguiremos siendo el patito feo y podamos salir de ese vergonzoso
último o penúltimo lugar que ahora ocupamos en esta parte del mundo
futbolístico. Ojo, no digo que vayamos a clasificar al mundial, pero sí creo
que nuestra participación en las próximas clasificatorias no será una tortura. De
seguir así las cosas, ya no nos verán por encima del hombro y pelearemos por un
cupo hasta el final.
La Copa América está llegando a
su fin y Perú se ha quedado hasta el final. Se jugó un gran campeonato con
destacadas figuras que no estaban en los planes. Cueva era resistido por todos.
Advíncula no parecía el mejor lateral, y jugaba porque “no había más”. Áscues
de central, no daba mucha confianza, etc. Gareca ha potenciado a cada jugador
de una manera increíble y lo ha hecho jugar por encima de su real dimensión. Eso
no lo logra cualquiera. Y a nivel de selección, la trascendencia es mayor. Sobre
todo si consideramos que Perú es la primera experiencia del DT argentino a
nivel de selección. Esto recién empieza y la ilusión está. Las clasificatorias
están a la vuelta de la esquina y todos esperamos que el progreso sea
sostenido.
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