martes, 3 de agosto de 2021

Wilder Cartagena

¡Qué falta de ambición!

¿Por qué seduce tanto jugar en la liga árabe? ¿El dinero?, ¿la competitividad? Seamos claros, con el respeto que se merece la liga de Emiratos Árabes, aquella está muy lejos de ser competitiva y ofrecer al futbolista una competencia de alto nivel para crecer como profesional. Que Wilder Cartagena diga que lo que priorizó para su decisión final no fue lo económico sino el nivel de competencia, el club, o lo que sea, es falso. Acá, ‘billetito manda’.

Y es una pena que el futbolista peruano se valore tan poco. Él mismo no aspira a más. Buscar, exigir a su representante jugar en una liga de alta competencia dice mucho de la ambición de la persona. Simplemente él mismo cree que no es capaz de competir en una liga top, piensa que será relegado. En su cabeza no pasa el esfuerzo por ser más futbolista. Y luego nos preguntamos por qué no hay jugadores peruanos militando en España, Alemania, Inglaterra, Italia, etc.



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No me imagino a un futbolista de selección, que no llegue a los 30 años, de nacionalidad argentina, brasileña, uruguaya, colombiana, e incluso chilena, firmando por un club árabe. Y ni siquiera en el club más grande de la liga. Entiendo la molestia que podría tener Ricardo Gareca. El DT de la selección no para de decir que el futbolista peruano es competitivo, que tiene mucho talento, que si se la cree podría jugar en las mejores ligas, sin embargo, el que se dispara a los pies es el mismo jugador que prioriza su bolsillo a su grandeza.

Al ex Alianza Lima, ex Godoy Cruz, no le queda más que tener minutos y tener regularidad y poder ser considerado en la selección peruana. Sin embargo, ya llegó a su techo. Sin duda, quizá su siguiente paso en su carrera (que pudo ser mejor manejada), será volver a Perú. Cuando pase la barrera de los 30 años, y nadie lo mire, regresará a Alianza, o a algún club de provincia. Y así terminará, sin pena ni gloria, su vida de futbolista. Una pena…

1 comentario:

  1. Con la plata baila el mono. Lo malo que es que la Liga Árabe no es garantía de crecimiento profesional. Buen artículo.

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