¿Y si nos la ‘creemos’?
Hablar de Argentina es hablar de fútbol. Y no exagero. Donde
vayas, donde haya un argentino, dentro de los temas de conversación nunca faltará
el fútbol, Messi, o Maradona, o la selección, que ahora son campeones del
mundo, y lo harán con pasión, con conocimiento -esto se puede confundir con aires
de ‘grandeza’, pero no lo es-. El argentino promedio sabe de este ‘negocio’.
Hoy tienen al mejor jugador del mundo (Messi), porque lo
es. Pese a sus 35 años, la ‘pulga’ sigue demostrando una vigencia envidiable. Una
vigencia que fue fundamental para que la albiceleste levantara su tercera copa
del mundo en Qatar. Pero hay que ser claros que esta Argentina ganó la copa, no
por Messi, la ganó porque fue el equipo que llegó a Qatar a ganarla. Tuvo convicción
desde el primer partido (aunque lo hayan perdido ante Arabia Saudita), se la
creyeron siempre, y los resultados son los que conocemos todos.
Pero quizá sea este el mejor momento que vive la
albiceleste, futbolísticamente hablando, en muchos años. Hace unos días eso
quedó demostrado en la entrega de los premios The Best, donde se llevaron los mayores
reconocimientos, con Messi, Scaloni, el ‘Dibu’ Martínez, la mejor hinchada; es
decir, en cierta forma, acapararon los premios.
El jugador argentino no le teme a nada ni a nadie. Quiere conquistar
el mundo con su juego, porque sabe que lo puede hacer, porque está seguro que
lo puede hacer. Que se les diga que son ‘agrandados’ no es una ofensa; quizá
todos deberíamos ser así; y no solo en el fútbol, sino en todo en la vida. Hay
que creer en uno mismo para lograr que las cosas se den.
Cuánta falta hace eso en el Perú. Somos un país
maravilloso, con muchas riquezas, con lugares paradisiacos que generan la
envidia de muchos, pero no lo valoramos, o no nos la ‘creemos’. Si algún día lo
empezamos a hacer, nadie nos para, y seremos potencia mundial en todo lo que
nos propongamos, y el fútbol no será la excepción. Quizá, en lugar de criticar
la autosuficiencia del argentino, la imitamos, podríamos empezar a cambiar
nuestra historia. Intentémoslo che…
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