TEMPERAMENTO
COME ARROGANCIA
El resultado final de este
Paraguay – Perú (1-0), totalmente justo además, sólo confirma que
lamentablemente somos un equipo chico. Era la oportunidad de meterse de lleno
en carrera. Era la oportunidad de ganar ante una selección bastante discreta,
que sólo mostró temperamento en este partido, y fue suficiente para superarnos.
Temperamento que no mostraron los nuestros, y eso es muy preocupante teniendo
en cuenta que este era el momento de demostrarlo cuando los otros resultados
jugaron a nuestro favor.
Temperamento come
arrogancia. Sin duda eso sucedió hoy. Se notaba eso en el equipo peruano en la
previa del partido. Hasta el técnico Markarián cayó en ese terrible defecto
cuando declaraba que venía por los tres puntos, que venía a recuperar los
puntos perdidos en casa ante Colombia (único resultado fuera de sus pronósticos,
según sus palabras). El equipo capitaneado por Claudio Pizarro se sentía
ganador ante de jugar. Y ese ha sido nuestro talón de Aquiles históricamente. Nunca
confirmamos nuestro “eterno favoritismo”.
Ahora sí, a meternos de
lleno a objetivos más acordes a nuestra realidad. Hay que terminar estas, ahora
sí, eliminatorias, saliendo de ese último lugar que aún nos pertenece. A partir
de esa premisa, y en base a un trabajo planificado con tiempo y sobretodo
serio, podremos luchar por un cupo hacia el próximo mundial.
La ilusión de todo un pueblo
se vino abajo con ese cabezazo guaraní y ver la pobre reacción de nuestros
jugadores. Hablar de los errores cometidos por el DT ya no viene al caso. Seguir
echando la culpa a Pizarro de todo lo mal que está nuestra selección no tiene
sentido. Nunca lo he hecho y no lo voy a empezar a hacer ahora. Como hincha me
duele ver que veremos otro mundial por televisión, y seguiremos haciéndolo por
mucho tiempo si no reconocemos que somos un equipo chico y no hacemos que
trabajo coma fracasos.
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