NUEVO DT DE LA SELECCIÓN

LA GRAN FARSA Manuel Burga nos ha visto la cara. O nos la quiere ver. Quiere hacernos creer que el objetivo de la FPF era traer a Marcelo Bielsa para que sea el “salvador” de nuestro masacrado fútbol. Todo fue una gran farsa. Es claro que el presidente de la FPF nunca quiso que ello suceda, si tenemos en cuenta que sólo hace unas horas el argentino era el principal candidato y ahora el DT es Bengoechea. Quién puede creer que al otrora asistente de Markarián se le haya convencido de ser el entrenador con tan sólo una llamada telefónica. Es obvio que el plan original –a recomendación de Markarián- era buscar la “continuidad” poniendo a Pablo Bengoechea, porque conoce el medio y tiene algo de autoridad sobre los jugadores a puertas de dos partidos internacionales muy complicados. Ojo que no es nada contra el ahora DT de la selección. Es más, pienso que tampoco la idea es mala. El problema pasa por cómo se hacen las cosas. En primer lugar, el contrato que une al uruguayo a la selección es de sólo un año, dizque porque este año hay elecciones en la Federación Peruana de Fútbol y la nueva administración tendrá que ver si sigue contando con el entrenador. Eso le da a Burga la posibilidad de sacarlo si las cosas no le van bien (nada difícil por cierto). En segundo lugar, la pregunta de si Bengoechea estará listo para llevar él solo las riendas de una selección de fútbol tan complicada como la nuestra, estará en boca de todos. Todo esto complica su trabajo antes de que lo inicie. Las miradas sobre él estarán puestas todo el tiempo, metiendo presión especialmente sobre los jugadores. Y es claro que el futbolista peruano no sabe jugar bajo presión. Las cosas ya están hechas. El mandamás de nuestro fútbol hace lo que quiere. Siempre lo hizo. No le entran balas. Que todo el Perú esté en su contra no le importa. Es más, es obvio que va a la reelección, la va a ganar, y todo va a seguir igual. Por eso no quiso venir Bielsa. Sabe que aquí no hay futuro mientras la FPF siga siendo manejada por un incapaz que de fútbol no sabe nada. El problema no es el dinero, tampoco los jugadores (insisto que ellos sólo son la consecuencia del mal manejo dirigencial), el problema es el manejo que se da a este negocio llamado fútbol. ¿Y se siguen preguntando por qué no vamos a un mundial?