Luego de tres años, Alianza Lima consiguió un nuevo título, el Apertura. Aunque, dicen, el que importa es el del fin de año, es decir, el campeonato nacional, los íntimos demostraron (o confirmaron), en los últimos dos partidos, que su nuevo estilo de jugar es el resultadista. Ganar como sea no es jugar mal (lo dice Bengoechea), porque no hay equipo en el mundo que luego de una derrota se vaya a su casa feliz porque jugaron muy bien, pero perdieron el partido. Hay sí, equipos que se van felices porque ganaron, aunque su juego no haya sido el que dio el mejor espectáculo para la vista. Visto de esa forma, Alianza es un merecido campeón. Le ganó a quienes debía ganar y no perdió en casa. Fueron los más goleadores, los que menos encajaron, los que remontaron partidos claves (como ante San Martín), en suma, todos los ingredientes que se necesita para gritar ¡¡campeón!!
Pero la celebración no debería durar mucho. El Clausura se inicia ya. Y si a finales de año no quieren sorpresas, el título del torneo que se viene debe ser la prioridad. Mantener el ritmo y mejorar en defensa, es una obligación. Butrón hizo bien su trabajo, pero no siempre va a estar en esa forma. Con 40 años, un puesto tan difícil como es el de estar bajo los tres palos, es muy duro mantener una regularidad. Y adelante, urge un ariete con gol. Aguiar ha hecho el trabajo de Pajoy, quien es un delantero muy limitado. Si solucionan eso en La Victoria, el título a fin de año será posible, muy posible.
Pero para el hincha todo está permitido. Que celebren, griten, hagan caravanas. Eso está bien. Pero también sería bueno que alienten incondicionalmente. Alianza Lima es un club al que últimamente se le complica dar la vuelta cada fin de año. La presión que tiene cada jugador que viste esa camiseta es enorme, y flaco favor se hace si a cada mal partido se les insulta y exige resultados inmediatos en torneos largos. La unión hace la fuerza, dicen, y eso se traslada hasta la selección nacional que tiene partidos decisivos ante Bolivia y Ecuador. El aliento de la hinchada es fundamental para obtener los resultados que necesitamos. Alentemos y ayudemos a los nuestros a obtener la gloria.
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