CLAUDIO PIZARRO

EL BOMBARDEADO

Lista la lista de jugadores que el técnico de la selección ha dado para los partidos de Perú ante Nueva Zelanda por el repechaje, ha saltado a boca de todos el nombre de Claudio Pizarro. Y alguno de esos comentarios salen de todo contexto. Como cuando Germán Leguía compara al "Bombardero" con Cubillas, cuando éste participó en el último mundial al que asistimos. Se dice del popular "Nene", que su presencia en el plantel mundialista de Perú en España 82, lejos de unir al grupo, lo dividió. No quiero entrar en detalle y hablar de uno de los mejores futbolistas que ha nacido en nuestro hermoso país, como Teófilo Cubillas, porque no quiero caer en el facilismo de criticar sin fundamento (como muchos), pero si lo dice Leguía, él sabrá por qué. La comparación, para mí, es absurda. 

                                    

En aquella época, nuestra selección estaba llena de "estrellas" y el equipo jugaba de memoria. La llegada de otra estrella como el Nene, ya en decadencia, quizá causó malestar en el grupo, se entiende, pero cómo prescindir de la experiencia que podría transmitir un jugador que en ese momento era uno de los máximos goleadores de los mundiales. No sé eso si dividió al grupo, o si la decisión del técnico de entonces fue correcta, o simplemente Teófilo no encontró en el campo de juego su mejor lugar y las cosas no salieron como se planificó, con el resultado que todos conocemos y lamentamos. Eso quedará en el campo de la especulación de todos. Nuestro deporte favorito.

Con Claudio Pizarro las cosas son diferentes. Su profesionalismo siempre estuvo fuera de discusión. Su liderazgo también. El respeto que le tienen sus ex compañeros es palpable y algunos lo reclaman en voz alta. Ojo, no estoy pidiendo que Gareca lo llame, pero suscribo lo que el "tigre" dijo en conferencia de prensa: "Claudio en un embajador del fútbol peruano y siempre lo ha representado dignamente" . Y al igual que el DT argentino también pido un poco de respeto para Pizarro. Además, sigo pensando que su experiencia puede ser muy valiosa para un grupo tan joven como el equipo peruano.

Somos un país que no está acostumbrado a valorar lo que tenemos. Es cierto, Claudio Pizarro nunca siquiera se acercó a sus mínimos récords que tuvo en Alemania con la camiseta de la selección, pero siempre que lo llamaron, estuvo. A pesar de los fracasos de la selección, siempre aceptó ser el capitán, aceptó poner el pecho y tragarse su orgullo por tantas derrotas y ser vapuleado, a veces de manera injusta por no ser el de Alemania. En el país teutón lo llaman "el bombardero", aquí siempre será "el bombardeado"