sábado, 28 de abril de 2012

CHAMPIONS LEAGUE


QUÉ VAMOS A HACER…EL FÚTBOL ES ASÍ

Traicionando un poco la idea inicial de escribir en este espacio sólo del fútbol nacional y en especial de la selección nacional, voy a dedicar unas líneas al balompié internacional, en especial a las eliminaciones (no tan sorprendentes para mí por lo menos), de los dos mejores equipos de fútbol en la actualidad, como lo son el Barcelona de Guardiola, y del Real Madrid de Mourinho, de la Champions League, a manos del Chelsea inglés y del Bayern de Munich, respectivamente.

Dije hace un momento que no me sorprendían estas eliminaciones, teniendo en cuenta que muchos “expertos” ya hablaban de una, casi segura, final entre catalanes y madridistas, faltando el respeto de manera grosera tanto a ingleses como a alemanes, porque el Barza ya no es el de antes y los merengues, en esta clase de partidos decisivos con Ronaldo a la cabeza, arrugan de manera alarmante cuando al frente tienen a un cuadro acostumbrado a estas lides y con un temple a prueba de balas.

El desgaste del Barcelona es natural. Luego de haber ganado todo lo que jugaba y haber sido considerado, merecidamente, el mejor equipo de la historia, los jugadores acusan un agotamiento y falta de motivación, que lamentablemente Guardiola no supo manejar. No lo supo hacer porque él estaba más preocupado en disolver su vínculo con el cuadro azulgrana que en darle a su institución la máxima gloria para un cuadro europeo, la tan ansiada “orejona” y seguir sumando un récord difícil de superar en el mundo del fútbol. Era obvio también que el técnico subestimó al Chelsea, y sólo se preocupó cuando los ingleses pudieron marcar en Barcelona y con ello sellaban su pase a la final. Es cierto que los azulgranas nunca traicionaron su filosofía de juego y fueron en busca del tanto de la clasificación, pero entre tanto toque y toque nunca pudieron afinar la puntería y embocarla en el puntillazo final. Una pena. Pero el fútbol es así. Los “blues” supieron cerrar su portería y en un mortífero contragolpe, Torres liquidó las esperanzas del cuadro catalán. Premio para un equipo ordenado que demostró que los favoritos pierden solos, cuando se sienten ganadores antes de jugar los encuentros.

Y en Madrid la cosa no fue diferente. Los merengues tienen la mejor planilla de jugadores del mundo (de lejos), y ni aún así pudieron con el temple y garra alemana. Los de “Mou” tienen un problema serio. Cada uno de ellos tiene una calidad indiscutible, envidiable, pero nunca pudieron jugar como un verdadero equipo. Fueron superados en ambos partidos largamente por un equipo que sí tiene identidad, que demostró que está hecho para este tipo de batallas. Con sólo dos figuras excluyentes (Robben y Ribéry), acompañados de verdaderos guerreros que matan por cada pelota dividida, desdibujaron e hicieron ver al Real Madrid como un equipo de novatos y sin ideas que no supieron detener el vendaval rojo que tenían en frente. Hubo también, creo yo, un exceso de triunfalismo en el plantel merengue. Se creyeron en la final antes de tiempo. Pero a los alemanes no hay que darlos por muertos nunca. Ese espíritu de lucha está en los genes del futbolista alemán.

En todo caso, la lógica nunca existió en el fútbol. De eso hay muchos ejemplos. Y quizá sea mejor así. Es lo hermoso de este deporte, el deporte rey: el fútbol.

2 comentarios:

  1. De acuerdo, me parece que los finalistas consiguieron su pasaje en base a convicción y jugaron sus partidos como verdaderas finales.

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  2. EL FUTBOL NO TIENE LOGICA. SI LLEGARON A LA FINAL ES PORQUE HICIERON ALGUN MERITO. ASI DE SIMPLE.

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