lunes, 16 de abril de 2012

ILUSIÓN EN ALIANZA, PREOCUPACIÓN EN UNIVERSITARIO


En un entretenido encuentro Alianza Lima derrotó a Universitario de Deportes 1-0 en el (ya no nuevo), Estadio Nacional, confirmando que futbolísticamente se encuentra mejor que su tradicional rival. Pero, ¿fue justo el triunfo? Por supuesto que sí. Al margen de los errores del juez Víctor Hugo Rivera, los blanquiazules fueron justos ganadores y se van felices, no sólo por la victoria, sino también por la taquilla obtenida en un estadio completamente lleno que servirá, dicen,  para pagar a los jugadores y trabajadores del club. Esperemos que así sea.

Con este triunfo, el club victoriano recibe un aliciente mayor (al margen de los tres puntos y la taquilla), que es saber que José Soto parece haber aprendido la lección de los malos planteamientos en Copa Libertadores que le valieron derrotas cuando iban ganando los partidos. Con esto no quiero decir que Soto es el mejor entrenador del fútbol peruano, pero se nota que está por buen camino. Ayer hizo cambios inteligentes. Bazán por Arroé, en un momento en que el ataque aliancista necesitaba de un hombre rápido que preocupara a la defensa crema, a sabiendas que la “U” se iría con todo en busca del empate. Incluso Alianza estuvo cerca de aumentar si es que el remate de Quinteros no salía alto. El ingreso de Curiel por Fernández no hizo sino confirmar que Soto no renunciaba al ataque, teniendo en cuenta que no había otro delantero en banca. De esa forma el bloque defensivo de Universitario no se adelantaba y por ende no tenía mayor peso ofensivo. La expulsión de Ascues (la más absurda que he visto en mucho tiempo), puso en peligro el triunfo blanquiazul, pero Pepe Soto la reforzó de inmediato con un experimentado Corrales. De esta forma el técnico íntimo está demostrando progresos tangibles gracias a una continuidad en el puesto que pocos esperaban.

Por el lado de Universitario, sus hinchas deben preocuparse porque tienen un equipo corto. La banca está llena de juveniles que pueden tener talento, pero no hay jugadores experimentados que sepan guiarlos hacia una consolidación rápida y eso se notó en el campo de juego cuando ingresaron. Galliquio es uno de los que más experiencia tiene, pero parece no tener autoridad moral para guiar a los jóvenes. Recordemos que fue uno de los que se escapó de la concentración en Panamá con Manco y Farfán. Toñito González y Rainer Torres no tienen el liderazgo suficiente que se necesita en un club como la “U”. Ya en el campo de juego, cuando Alianza se quedó con 10, tuvieron el balón pero no supieron crear verdadero peligro sobre Libman. El tiro al palo de Calcaterra y un centro que no supieron concretar fue lo más peligroso que pudieron hilvanar. Luego de eso nada de nada. Hubo un penal existente que el árbitro no cobró a Ximenes, pero esas jugadas se ven en todos los partidos de fútbol del mundo. De ahí a decir que le robaron el partido, ya es una exageración. Lo malo es que todos los jugadores y técnicos en el torneo peruano, no sólo la “U”,  creen que pierden, no porque el rival fue superior, sino porque el árbitro les “robó” el partido. No tiene la hidalguía de decir que jugaron mal, que fallaron en la definición o que si el juez se equivocó, esas cosas suceden pero no con mala intención. Si se perdió, se perdió y se trabaja para mejorar en la próxima fecha y ya.

Premio para el que mejor está en este momento. Premio para el equipo que supo concretar en el momento justo. Premio para un grupo de jugadores que están pasando por una terrible crisis económica y que a pesar de eso dejaron todo en la cancha por sus familias y por una hinchada que no los deja solos nunca. Sería demasiado decir que a partir de aquí se inicia otra historia en Alianza,  pero este tipo de triunfos reconforta a cualquiera. Sobre todo si ese triunfo es sobre tu tradicional rival.

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