Con
un equipo corto no alcanza
Qué
difícil es comentar un partido como el que se perdió ante los colombianos en
casa. Sobre todo en la forma cómo se perdió. En primer lugar, el equipo
respondió mucho mejor de lo que se esperaba, teniendo en cuenta que nuestras
principales figuras se lesionaron increíblemente horas antes de este crucial
encuentro. En segundo lugar, los colochos nunca fueron más que los nuestros, ni
antes ni después del gol. El triunfo colombiano en Lima fue demasiado premio
para ellos y demasiado castigo para nosotros, y donde queda claro una vez más
que, en el fútbol, los merecimientos y la lógica no existen. Ahora sólo queda
esperar que esta premisa se cumpla en Montevideo cuando enfrentemos a los
charrúas.
Es
un hecho que Perú mereció más. La falta de categoría de André Carrillo para
definir ante Ospina en el primer tiempo, en la ocasión más clara de los
nuestros, fue determinante en el resultado final. Si anotaba, estaríamos
hablando de otro resultado en estos momentos. Pero es verdad, no tenemos más
jugadores de categoría que los ya sabidos. Casi hemos jugado con los suplentes.
Contemos: Acasiete, Zambrano, Rodríguez, Balbín, Ballón, Vargas, Pizarro y
Farfán no estuvieron y con esto queda claro que no tenemos de dónde sacar más
jugadores competitivos que estén a la altura de las circunstancias. Somos un
equipo corto y queda claro que los que estaban en banca en este encuentro,
¡eran los suplentes de los suplentes!
Los
ingresos de Chiroque, Ruidíaz fueron criticados por los “entendidos”, pero
antes estos mismos “entendidos” sugerían una alineación con “la pulga” como
titular y a Chiroque como pieza de recambio en la segunda etapa para “romper” a
la cansada defensa colocha. Quizá el técnico sí se equivocó, a mi modo de ver,
con el ingreso de Farfán. La foquita estaba lesionado y era claro que no iba a
rendir como se esperaba, la mejor opción en ese momento era José Carlos
Fernández. El goleador aliancista hubiese ayudado a Guerrero a chocar con los
defensores colombianos, y con dos delanteros de punta, Guerrero podría haber
tenido más opción de quedar libre para anotar.
Pero
hablamos de supuestos y como bien dicen por ahí, “después de la guerra todos
somos generales”. La realidad es otra y dice que estamos penúltimos, sólo por
encima de Bolivia, que de ganarle a Paraguay en La Paz, y nosotros perder en
Montevideo, quedaríamos como últimos de la tabla y ahora sí muy lejos de Brasil
(del mundial de Brasil quiero decir).
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