NO SE PUDO
Sobre el papel era el partido más
difícil de esta recta final. Incluso, a decir de los propios jugadores, estaba
dentro del cálculo perder ante los colochos. Pero a partir de ahora no vale
equivocarse. Ganar los dos partidos que se vienen son, literalmente, de vida o
muerte. Primero hay que ir paso a paso. Si no le ganamos a Uruguay,
prácticamente le decimos (otra vez), adiós al sueño mundialista. ¿Podremos
hacerlo?, por supuesto que sí.
La derrota ante Colombia dejó en
claro que jugando afuera no imponemos nuestro juego ante nadie. La tan mentada
desconcentración nuevamente nos jugó una mala pasada, nos anotaron en los
primeros minutos y nos puso el partido cuesta arriba ante un muy buen equipo,
con un calor insoportable y de visita. Me parece que nos ganaron bien, no me
quedan dudas de eso. Pero las dudas que sí tengo están en los goles: un penal
que estoy seguro en otras circunstancias no se cobran. Por ejemplo, y de esto
estoy seguro, de haber sido para Perú no lo cobraban. El segundo gol, en
posición dudosa, en otras circunstancias se anulaba, esta vez no. Ojo que no
estoy desmereciendo el triunfo cafetero, me parece justo, sólo quisiera que
estos mismos criterios se aplicaran para todos. ¿Pido mucho?
Se viene Uruguay. Los celestes ya
están por encima nuestro (16 puntos), y vienen con todo luego de ganarle a
Venezuela de visita. Este resultado en cierta medida nos conviene, ya que si
hubiese ganado la vino tinto, estarían casi asegurando un puesto en el
repechaje. Nuestra selección depende de ella misma, ya que ganando a los
orientales primero y venciendo a los llaneros después, estaríamos acariciando
el cupo de repechaje que tanto queremos. El mismo Markarián lo dijo: “…firmo la
clasificación si ganamos esos dos partidos”.
Tenemos equipo, el problema es que
la defensa debería estar al mismo nivel de la delantera. Si hablamos de cuidar
tanto el cero, no podemos aceptar que nos anoten tan temprano. Cuidándonos bien
abajo, tendremos esperanza de marcar goles, ya que nuestra delantera es de
respeto y tiene categoría. Si empezamos perdiendo, entonces todo se hace más
difícil.
Menudo trabajo del cuerpo técnico
el de corregir esto, teniendo en cuenta que es un mal que padecemos desde
siempre. No nos queda más que confiar en que estos errores se superen para
tener más equilibrio en todas las líneas y consolidarnos por fin como una buena
selección que merece estar en Brasil 2014. Y a decir verdad por ahora no lo
merecemos.
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