domingo, 20 de julio de 2014

CLÁSICO CREMA

CLÁSICO CREMA

Ambos venían mal. Ambos necesitaban del triunfo con urgencia. Sólo el triunfo serviría al final de los 90´. Pero nadie lo merecía. Un partido en el que la “U” hizo el gol (nada más), que le sirvió para seguir prendido en la lucha por el título del apertura. Es cierto, Universitario ganó el clásico peruano jugando con un hombre más casi todo el segundo tiempo y no fue capaz de hacerlo con tranquilidad. Alianza jugó mejor con uno menos y puso en peligro (con muy poco, es verdad), estos tres preciados puntos cremas. Pero el fútbol es así, uno gana, el otro pierde, y en este caso, el que perdió, le dijo prácticamente adiós a la lucha por el torneo. Tendría que pasar un milagro para que los victorianos vuelvan a la lucha. En Universitario, en cambio, las cosas en cierta forma, se le facilitaron. Se acercaron al líder del campeonato y el sueño del título ya no es tan lejano. Lo malo es que como están jugando, hasta los hinchas más acérrimos están preocupados. Pero como dice Carranza, la “U” es la “U”, y ese es el plus que tiene un club grande que siempre va a meter miedo. No importa que los líderes tengan mejor plantel, o que, como equipo, estén jugando mejor. No, a la hora de la verdad, la raza del campeón aflora y hace temblar e aquellos.

Ya en el partido, fueron los victorianos quienes iniciaron con mayor actitud, pero sin profundidad. Hasta que llegó el gol de Ruidíaz y las cosas cambiaron. Universitario tomó las riendas del encuentro en base a una intensa presión que complicó en todo al conjunto íntimo, que no salía con tranquilidad y rifaba el balón que siempre ganaban los cremas. Así se fue el primer tiempo, sin más emociones que el gol de “la pulga”. En el complemento, la expulsión de Aparicio hizo creer que el conjunto del “Chemo” lleve el encuentro a su ritmo. Nada más falso. Fueron los aliancistas quienes se adueñaron del partido y en base a ganas más que fútbol, tuvieron ocasiones de empatar el encuentro, que a decir verdad, lo merecía. Pero la ineficacia de sus hombres hizo que el marcador no se mueva. Esta derrota íntima hace pensar en una nueva crisis al interior del club. Qué lejos están de los resultados del torneo del inca que ganaron (con toda justicia), e hizo creer, no sólo a sus parciales, que serían los favoritos para adueñarse también del apertura. Ahora sólo les queda pensar en el clausura, en donde no deben distraerse por nada si no quieren quedarse un año más sin título.

Nos quedamos sin mundial que ver en nuestro país, y de paso nos quedamos sin fútbol. Un verdadero fútbol, apasionante, de ida y vuelta, con goles, grandes goles, y resultados imprevistos. Ahora nos quedamos con el remedo de fútbol casero, ese que te irrita por su lentitud, parsimonia, falta de contundencia, etc. Pero es lo que tenemos, y así lo queremos, ¿o necesitamos? Ya no sé…

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