En momentos tan difíciles que vivimos por la furia de la naturaleza, una alegría como la que nos dio la selección de fútbol aporta tanto como lo que se pudo recaudar, en víveres, en el Estadio Nacional por los asistentes al partido clasificatorio. Y es que ganar, jugando bien como anoche, hace que saquemos pecho y creamos que podemos pelear hasta el final por el tan ansiado cupo hacia Rusia. Aunque aún estamos más fuera que dentro.
Una vez más tuvimos que remontar. Y quizá eso hace que el sabor del triunfo se disfrute mejor. El rival, Uruguay, históricamente siempre fue mentalmente muy fuerte, y voltear un partido ante ellos no es poca cosa. Y jugando bien, muy bien. Aunque en el mejor momento de Perú en el primer tiempo vino el gol charrúa, lo supimos igualar rápidamente y eso inyectó más confianza aún con un Guerrero que, al igual que contra Argentina, ganó un balón en el área y definió como los que saben. Y él sabe. Ya en el segundo tiempo el equipo salió con la convicción de que se podía ganar. No era sólo confianza, una simple confianza, esa que muchas veces nos sale cacheteando en el resultado. No, salieron con determinación, porque se juntaron, tocaron, triangularon y sacaron lo mejor de cada uno, es decir, jugaron a la peruana, y en el mejor momento vino el gol del triunfo. No de Uruguay o del rival como tantas veces sucede, sino el nuestro. Lo merecíamos, lo hicimos. Eso es, quizá, lo más destacable de la noche. Luego a sufrir, como siempre, pero con la enorme alegría de sacar un partido difícil, muy difícil ante una selección con oficio, que incluso con 10 jugadores, hizo tambalear y peligrar el resultado.
Podemos destacar a uno más que a otro en el equipo, pero sería injusto. Todos estuvieron a la altura. Desde Araujo (que reemplazó a Ramos en defensa), hasta Polo que ingresó para ayudar a Corzo por la derecha yu gemnerar peligro por su velociddad, pasando por Yotún, Flores, Tapia, Carrillo, Guerrero, es decir, no veo cómo puedo destacar a uno por encima de los demás, cuando este deporte es más colectivo que cualquiera. Si uno destaca es por que el equipo lo ayuda a eso.
Más de 30 millones de peruanos se los agradece. Han sacado una sonrisa a todos los que están pasándola muy mal en el norte de nuestro país. No es suficiente, pero estoy seguro que fueron felices por unas horas. Todos ayudamos en la medida de nuestras posibilidades y nuestro equipo hizo su trabajo, y lo hizo muy bien. Gracias, muchas gracias...
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