UNA SANA COSTUMBRE
Ganar, acostumbrarse a ganar, es algo que hace mucho tiempo no saboreábamos. Han pasado muchos años desde que nuestra selección de fútbol no nos acostumbra a ello. ¿Importa eso? Por supuesto que sí. ¿En qué? En el ánimo del equipo, la afición, en sentir que sí podemos competir. Aunque, al parecer, aún seguimos padeciendo para "entrar" al partido. Sucedió ayer. Paraguay, con poco, nos superó, y a pesar que no tuvieron claras ocasiones de marcar, preocupa que siempre tardamos en manejar el partido u obtener resultados a favor. Ya no sé si es competencia de Gareca, o si está en la cabeza de los jugadores. pero lo real es que eso pasa. Quizá sea lo único que le falte al equipo de todos para terminar de convencer totalmente a la afición de que, por lo menos a nivel de selección, se ha avanzado. Y hablando de afición, lo visto en el Mansiche de Trujillo, es algo que pocas veces se ve en un amistoso de fútbol. Un lleno que mereció más goles y mejor espectáculo, pero como dije, los nuestros tardaron en meterse al partido.
Me queda claro que al equipo que ha armado Gareca le falta mayor exigencia. Me refiero a los rivales. Paraguay, con todo el respeto que se merece, es una selección de media tabla para abajo en Sudamérica, y Jamaica, nuestro próximo rival este martes, no es un equipo que, por lo menos sobre el papel, te vaya a exigir mucho. Está bien que se busque consolidar un once que juegue de memoria, y los que poco a poco se vayan sumando, adquieran confianza, pero ya es hora de pensar en grande. Selecciones europeas deberían ser las que midan el verdadero poderío de la nuestra. ¿Es mucho pedir?
Me queda claro que al equipo que ha armado Gareca le falta mayor exigencia. Me refiero a los rivales. Paraguay, con todo el respeto que se merece, es una selección de media tabla para abajo en Sudamérica, y Jamaica, nuestro próximo rival este martes, no es un equipo que, por lo menos sobre el papel, te vaya a exigir mucho. Está bien que se busque consolidar un once que juegue de memoria, y los que poco a poco se vayan sumando, adquieran confianza, pero ya es hora de pensar en grande. Selecciones europeas deberían ser las que midan el verdadero poderío de la nuestra. ¿Es mucho pedir?
Esperemos que esta sana costumbre de ganar se mantenga. En partidos amistosos u oficiales siempre hay que ganar. Sólo así la mentalidad del futbolista peruano va a cambiar. Ojalá que esa costumbre se traslade en algún momento a los clubes. Pero ese es otro tema.
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