domingo, 28 de febrero de 2021

La Hinchada



 La importancia de la 12

El fútbol, ese deporte que atrae multitudes. Que apasiona como ninguno. El deporte rey. Ese deporte extraña a sus hinchas, que son, y creo no exagerar con esto, el combustible anímico para escribir páginas gloriosas, inigualables para cualquier otra disciplina.

Las tribunas vacías, otra secuela de la pandemia, ha conspirado en contra de aquellos once jugadores que en el verde ya no oyen el aliento, empuje, cánticos que los ha convertido en el jugador número doce del equipo. Un jugador vital para ganar partidos.

Aquí, en nuestro país, lo sufren todos los clubes, pero en especial lo sufren quienes son claramente identificados con su hinchada. Quizá a los equipos que están acostumbrados a no tener una hinchada numerosa, este tipo de percances no es mayor problema.

Y de esto lo sabe muy bien Alianza Lima. El conjunto victoriano perdió la categoría en uno de sus peores años, futbolísticamente hablando, sin el apoyo de su fiel y exigente hinchada. Esa que nunca le falla, le falló involuntariamente debido a la pandemia. Con una millonaria inversión, los íntimos se fueron a la segunda inobjetablemente, mostrando en el campo de juego una sensación de equipo sin alma. Esa alma no estaba en las tribunas, estaba dispersa por todo el Perú, sintiéndose impotente de ayudar en las gradas a su cuerpo.

Esto no es una excusa. Le sucede al Barcelona de España. Pasa ahora con el Liverpool de Inglaterra. Con Boca Juniors de Argentina. Común denominador, equipos más populares en sus respectivos países. Es cierto, si eres profesional, no debe importar si el estadio se encuentra vacío o lleno, el compromiso con tus compañeros, con la institución, con los mismos hinchas, pero sobre todo contigo mismo. Ante todo, debe primar la fortaleza mental y la ambición de ganar.


‘You will never walk alone’, es una canción de Gerry & The Pacemakers, y adoptada por los hinchas del Liverpool inglés, dicen, la hinchada más fiel del mundo. ‘Nunca caminarás solo’ cantan estos fanáticos a su equipo en los grandes momentos, pero sobre todo en los momentos difíciles, que es cuando más los necesitan.

El Liverpool es dueño de grandes remontadas, como en aquella final de la Champions League ante el Milan en el 2005. Los ‘Reds’ perdían 0-3 en el primer tiempo. Para el complemento, igualaron el marcador y en tanda de penales, se llevaron la ‘orejona’. Algo impensado para muchos, no para los fieles seguidores del cuadro inglés.

O aquella remontada en semifinales de la Champions del 2019 ante el Barcelona de Messi. En España sufrieron un 3-0, en le vuelta, en Anfield, tenían la difícil misión de hacer cuatro goles sin que le marquen ninguno. Con la ayuda de la 12 los ‘Reds’ lo volvieron a hacer, 4-0 y pase a la final que finalmente ganaron.

No es exageración. Lo del Liverpool, lo que sufren los equipos populares, al no sentirse apoyados por sus hinchas en las gradas del estadio, influye en el juego, el resultado en el ánimo del jugador. Hoy más que nunca, se ha demostrado que la 12 es más importante que solo unos hombres que se vuelven niños y gritan como locos para alentar a su equipo de fútbol. Ellos también son el equipo.

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