miércoles, 28 de mayo de 2025

ALIANZA LIMA A LA COPA SUDAMERICANA

ALIANZA LIMA, ORGULLO Y RESILIENCIA EN LA SUDAMERICANA

Cuando todo parecía cuesta arriba, Alianza Lima volvió a demostrar que el corazón puede más que las estadísticas, que la historia puede más que los obstáculos, y que la fe, cuando se respalda con entrega, es capaz de torcer cualquier destino.

Partiendo desde la incómoda etiqueta de Perú 4, sin el cartel de favorito y con un plantel en renovación, el cuadro íntimo logró una clasificación histórica a los play-offs de la Copa Sudamericana 2025. Lo hizo a su manera: con garra, con sufrimiento, y con esa mezcla de épica y drama que solo sabe protagonizar el cuadro íntimo.

El camino fue durísimo. En la fase previa de la Libertadores, con el equipo completo, la defensa se mostró sólida y ordenada. Superaron con personalidad a Nacional de Paraguay, luego a un Boca Juniors que subestimó la fortaleza blanquiazul, y finalmente a Deportes Iquique, asegurando un lugar en fase de grupos. Aquella línea defensiva fue clave. Sin expulsiones, con Lavandeira aún en forma y Cepellini disponible, el equipo funcionaba como un bloque.

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Pero al llegar la fase de grupos, el destino empezó a golpear. Las lesiones de Lavandeira y la inhabilitación de Pablo Cepellini dejaron al equipo sin creatividad ni pausa en el mediocampo. Para colmo, las expulsiones se volvieron una constante: cuatro tarjetas rojas en cinco partidos. Zambrano, Garcés… la zaga nunca pudo repetirse, y esa falta de continuidad se reflejó en la fragilidad defensiva de varios partidos.

Y, sin embargo, cuando muchos ya los daban por eliminados, apareció el carácter. Con coraje, Alianza rescató un empate 2-2 en Asunción ante Libertad, resultado que los colocó terceros en el Grupo D y les dio acceso a los play-offs de la Copa Sudamericana. No fue un premio menor: significó mantenerse vigentes en el plano internacional y asegurar un ingreso económico importante en un momento crucial para el club.

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Hoy, más que celebrar un pase, toca valorar un mensaje: este equipo, con todo en contra, con lesiones, sanciones y altibajos, eligió no rendirse. Eligió seguir. Eligió ser Alianza Lima.

Que este logro no se quede solo en la estadística. Que sirva para construir una idea más sólida, para invertir mejor, y para seguir apostando por la identidad. Porque cuando Alianza Lima juega con el corazón, no hay montaña demasiado alta.

viernes, 16 de mayo de 2025

ALIANZA LIMA VS TALLERES

LOS REFERENTES QUE NO RESPONDIERON

Cuando los partidos son de alto voltaje, cuando el estadio ruge y la presión aprieta, es ahí donde uno espera que aparezcan los hombres de peso, los que conocen el oficio, los que ya han pasado por guerras similares. Por eso, la actuación en Alianza Lima de Carlos Zambrano y Paolo Guerrero ante Talleres deja más que un sinsabor. Deja una sensación de desprotección para un grupo que esperaba respaldo y encontró fallas.

Zambrano, otra vez, no terminó el partido. Su expulsión, innecesaria y previsible, dejó a Alianza con uno menos cuando aún quedaba un mundo por jugar. Su vehemencia —esa que muchas veces se aplaude— terminó volviéndose un lastre. ¿Cuántas veces más tendrá que pagar caro el equipo por su exceso de temperamento?

Y lo de Guerrero, aunque menos escandaloso, fue igual de frustrante. Tuvo la chance de meter a Alianza en el partido con ese penal que pudo ser el 2-1 y, tal vez, abrir una posibilidad de reacción. Pero falló. Y más allá de la ejecución, quedó la sensación de que Paolo aún no logra ser ese faro que se necesita en noches de Libertadores. La entrega está, la jerarquía también… pero el peso específico todavía no aparece en esta Copa.

¿Y si Hernán Barcos hubiese sido el encargado? El 'Pirata' ha demostrado una y otra vez ser decisivo, confiable y comprometido. Sin escándalos, sin poses, ha marcado goles importantes y cargado al equipo en los momentos en que muchos se escondían. ¿No merece, acaso, otra oportunidad desde el arranque?

Porque cuando tus referentes no responden, el grupo se tambalea. Y Alianza Lima necesita más que nombres: necesita líderes reales en el campo, no solo en la hoja de vida.

Queda un partido por jugar y aún hay opciones de pelear por un cupo a la Copa Sudamericana. Pero será imposible si quienes deben marcar el camino son precisamente los que fallan en las curvas más peligrosas.

miércoles, 7 de mayo de 2025

En serio, ¿es nuestra realidad?

LA REALIDAD NO ES PERDER SIEMPRE, TAMBIÉN ES CAMBIARLA

Tras la derrota 0-2 ante São Paulo en Matute, una vieja frase volvió a circular como consuelo de muchos hinchas: “Nos volvieron a nuestra realidad”. Pero, ¿cuál es esa realidad? ¿Perder siempre en la Copa Libertadores? ¿No competir nunca en serio? ¿Resignarnos ante el primer rival con nombre grande?

Si esa es nuestra realidad, entonces es una que nos hemos creído a la fuerza, pero que no es una condena irreversible. Porque Alianza Lima ha demostrado este año que puede competir. Lo hizo en Brasil, donde le plantó cara a este mismo São Paulo y empató a 2 con categoría, incluso viniendo de atrás. Lo hizo en la muchas veces intimidante Bombonera, cuando eliminó al siempre favorito Boca Juniors. Lo mostró también en Matute cuando jugó con intensidad contra Talleres, incluso con un hombre menos y se impuso por 3-2. Y lo ha hecho sin esconderse, con nombres como Erick Noriega, Carlos Zambrano, Kevin Quevedo, Hernán Barcos y el mismo Paolo Guerrero, que no se cansa de anotar en la justa continental.

Sí, el partido contra São Paulo dejó heridas. Por momentos faltó ideas, hubo errores, se notó el peso del rival. Pero eso no borra lo anterior. Alianza aún está en carrera. Tiene cuatro puntos, y si gana los dos partidos que le restan —frente a Talleres y Libertad— aún puede clasificar a octavos. En el peor de los casos, podría meterse en Sudamericana, si los resultados ayudan.

Este equipo no está muerto. Y lo más importante: sí tiene con qué luchar. Basta de repetir que no se puede. Ya lo demostró Cienciano en 2003. Lo han hecho clubes como Liga de Quito, Once Caldas, Defensa y Justicia. Lo único que no se permite en el fútbol es jugar sin convicción. La mentalidad ganadora también se entrena, y es ahora cuando Alianza debe sacarla.

La verdadera realidad no es la derrota. La realidad es que aún se puede escribir una historia distinta, y esta generación de jugadores tiene la responsabilidad —y la chance— de empezar a cambiarla.

lunes, 5 de mayo de 2025

Alianza Lima vs. São Paulo

ENTRE LA HERIDA Y LA ESPERANZA: ALIANZA LIMA ANTE SU MAYOR RETO

Matute aún sangra por lo ocurrido ante Cienciano. La herida arbitral no solo dejó a Alianza Lima sin puntos, sino también sin piezas clave para lo que viene. Pero el fútbol, como la vida, da revanchas. Y mañana, en el Alejandro Villanueva, el cuadro íntimo tiene una nueva cita con su historia: recibir a São Paulo por la cuarta fecha de la Copa Libertadores.

La gran duda es cómo responderá anímicamente el plantel tras una derrota tan polémica y frustrante.

Aun así, este equipo ha demostrado que en la Copa Libertadores se transforma. Ya lo demostró cuando venció a Talleres en un partido memorable. También lo hizo en Brasil, donde le remontó un 0-2 a São Paulo en el mítico Morumbí y sacó un empate de oro. Solo cayó ante Libertad en Lima, en un duelo que pudo terminar igualado.

Por eso, no es descabellado pensar que Alianza puede volver a sorprender. Jugará sin Guillermo Enrique ni Cepellini por suspensión, y Zambrano tampoco estará, pero mantiene una base sólida y, sobre todo, la motivación intacta. El equipo se sabe competitivo a nivel internacional, y esa confianza será clave.

¿Debe salir a atacar o a esperar? La respuesta es equilibrio. São Paulo es un equipo peligroso en transiciones, con mucha dinámica y jerarquía. Alianza debe controlar el ritmo, presionar con inteligencia y aprovechar los espacios que dejará el equipo brasileño si se anima a proponer. No se trata de especular, sino de jugar con cabeza fría y corazón caliente.

Hernán Barcos, uno de los goleadores de esta edición de la Libertadores, será titular. A sus 41 años, el “Pirata” sigue siendo un líder dentro y fuera del campo, y su experiencia puede marcar la diferencia en una noche que exigirá temple.

Hoy Alianza suma 4 puntos. Ganar lo pondría con 7, igualando a São Paulo y con grandes chances de pelear el pase a octavos. De quedar tercero, irá a la Sudamericana. Pero en Matute nadie piensa en consuelos: la mira está puesta en seguir en la Copa.

El estadio estará repleto. El aliento será incesante. Alianza se juega algo más que tres puntos: se juega la credibilidad de su proyecto internacional. Y tras el bochorno vivido en la Liga 1, no hay mejor medicina que una victoria ante un gigante.

sábado, 3 de mayo de 2025

Alianza Lima vs Bruno Pérez

CUANDO EL ÁRBITRO SE CONVIERTE EN PROTAGONISTA

El fútbol, se dice, es un deporte de errores. Pero cuando esos errores vienen desde el arbitraje y no desde los jugadores, el espectáculo pierde legitimidad. El reciente encuentro entre Alianza Lima y Cienciano no solo dejó una derrota dolorosa para los íntimos, sino una sensación de profunda injusticia que, una vez más, reabre el eterno debate: ¿hasta cuándo los árbitros seguirán influyendo decisivamente en el rumbo de un partido?

Bruno Pérez, el juez del compromiso, tuvo una actuación tan determinante como polémica. El primer gran error llegó al filo del descanso, cuando Paolo Guerrero fue claramente derribado dentro del área cusqueña. Era penal. Pero ni Pérez ni el VAR se atrevieron a sancionar la falta. Lo que debió ser una oportunidad para abrir el marcador, terminó en frustración y desconcierto. Y lo peor estaba por venir.

En el minuto 90+8, Pérez cobró un penal sumamente discutible por una supuesta falta de Carlos Zambrano. La decisión encendió la furia en el campo. Como si eso no bastara, el árbitro expulsó a Zambrano, a Guerrero —quien solo protestaba la injusticia— y al técnico Néstor Gorosito. Alianza no solo se quedó sin puntos, también perdió a dos de sus principales figuras para el siguiente partido. Las consecuencias fueron desastrosas.

Desde la CONAR ya se ha aceptado que hubo errores arbitrales y se ha anunciado una sanción para Pérez. ¿Y eso en qué ayuda? En nada. El resultado no cambia. La sanción no devuelve los puntos ni revierte las suspensiones. Alianza fue perjudicado gravemente y el castigo para el juez es apenas un parche mal puesto sobre una herida abierta.

No se trata de un caso aislado. El nivel del arbitraje en el fútbol peruano es, por decir lo menos, preocupante. Errores básicos, criterios incoherentes, falta de autoridad y un uso irregular del VAR son moneda corriente. Lo peor es que el árbitro muchas veces termina siendo protagonista, cuando debería pasar desapercibido. El fútbol se juega entre 22, no con uno más vestido de negro y con poder absoluto.

Los árbitros influyen de todas maneras en el desarrollo del juego. Sus sanciones —acertadas o no— condicionan el ritmo, el ánimo y el resultado del partido. Lo de Alianza Lima ante Cienciano es una muestra clara de que algo anda muy mal en nuestro arbitraje. El daño ya está hecho, sí. Pero lo que no se puede permitir es que se repita.

Porque cuando el árbitro se convierte en el protagonista principal, el fútbol pierde sentido.

lunes, 14 de abril de 2025

Alianza Lima y su cantera

LA CANTERA ÍNTIMA Y EL SILENCIO DE LOS ESPEJOS

Alianza Lima forma jugadores como pocos en el país, pero sigue sin reflejar ese valor en su primer equipo ni en su modelo deportivo. ¿Hasta cuándo?

Que Piero Cari haya sido una de las nuevas figuras destacadas ante Sao Paulo no debería sorprender a nadie que sigue el día a día de Alianza Lima. Lo mismo aplica para Juan Pablo Velásquez, Sebastián Delgado, etc., todos jugadores que han pasado por procesos de formación en la institución. Sin embargo, mientras estos nombres emergen como respuesta a las urgencias del presente, el club íntimo sigue atrapado en un viejo conflicto: ser cantera de oro sin creérselo del todo.

Alianza Lima es, históricamente, uno de los mejores semilleros del fútbol peruano. De sus divisiones inferiores salieron nombres como Teófilo Cubillas, César Cueto, José Velásquez, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, entre muchos otros. Y hoy, su reserva sigue compitiendo en alto nivel y mostrando una cantera que no ha perdido calidad. Pero cuando ese talento toca la puerta del primer equipo, el sistema parece rechazarlo: se le posterga, se le tapa con contrataciones intrascendentes o se le empuja a ceder terreno sin tener minutos reales de crecimiento.

Uno de los mejores ejemplos es Erick Noriega. El ‘samurai’ viene demostrando categoría en los puestos que el ‘Pipo’ Gorosito decide ubicarlo. Ya sea de central o de volante en primera línea, el canterano derrocha talento y entrega, y es casi un hecho que será la próxima millonaria venta que hará el club de La Victoria.

Insisto, el problema no es la falta de talento, sino la falta de visión. Mientras Sporting Cristal y, en menor medida, Universitario, han conseguido integrar con mayor naturalidad a sus juveniles en la estructura del primer equipo, en Matute la apuesta por la cantera todavía parece una medida de emergencia más que un eje estratégico. Los juveniles ya mencionados juegan porque los titulares no pueden estar. Ninguno lo hace porque se planificó su desarrollo como prioridad del club.

Esa lógica reactiva limita el verdadero potencial de una institución que podría tener, con un proyecto serio de juveniles, una columna vertebral aliancista por los próximos diez años. ¿Qué pasaría si Alianza Lima deja de buscar afuera lo que ya tiene adentro? ¿Y si se estructura un modelo técnico que gire en torno a sus propias fortalezas formativas? Es hora de que la cantera deje de ser el bombero. Tiene que ser el proyecto. Lo contrario es desperdiciar no solo talento, sino también identidad, y mucho dinero

jueves, 11 de julio de 2024

Copa América: Colombia vs. Uruguay

Uruguay, una vergüenza 

“Las malas personas no pueden ser buenos periodistas, solo así se puede intentar comprender a las demás personas, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. Estas sabias palabras las dijo Ryszard Kapuscinski, periodista polaco, considerado el periodista más importante del siglo XX debido a su trayectoria de 50 años, su compromiso con el bien común, su identificación plena con la época en la que vivió y además, por reivindicar aquellos continentes y países que fueron olvidados por el primer mundo, acciones que le valieron numerosos honores y premios.

Sin embargo, me permito extender este concepto más allá del periodismo. Las malas personas no puede ser buenos profesionales, en general. Una mala persona, sin valores, no podría ser un buen contador, un buen abogado, un buen ingeniero, un buen médico, en fin, no podría ser bueno en nada. Su escasa, o nula, capacidad de empatía, haría que desarrolle su profesión siempre pensando solo en él mismo, en sus intereses, nunca en los demás.

Pero tampoco podría ejercer la profesión de futbolista de una manera ética. Y esto es una constante en el futbolista sudamericano. En esta parte del mundo se juega este hermoso deporte pensando solo en ganar. No importa cómo, solo hay que ganar. El deporte, en el estricto sentido de lo que significa, no importa. Si pierdo, desconozco el resultado, ¿cómo? agarrándome a golpes, descargando mi impotencia de no haber podido ganar un partido en el campo de juego.

Lamentablemente, tengo que darle la razón a Mbappé cuando dijo que el fútbol europeo es mejor que el sudamericano. Veo la Eurocopa y me enamoro más el fútbol. Veo la Copa América y solo veo patadas a los rivales, lesiones fingidas, el que va ganando hace tiempo, porque se cree muy ‘vivo’, penales y expulsiones ‘muy sospechosas’. Todo esto hace que me guste menos el fútbol.

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Lo que hicieron los ‘jugadores’ de la selección de Uruguay tras perder ante Colombia (0-1), incluso jugando con un hombre más todo el segundo tiempo y parte del primero, habla por sí mismo de lo que intento decir con estas líneas. No felicitan al ganador, no reconocen que los colombianos hicieron un esfuerzo mayor que ellos por mantener el resultado, no. Ellos simplemente desataron su furia en la cancha y en las tribunas por el resultado adverso.

Cómo se contrasta todo eso con la selección de Alemania, que, en cuartos de final, ante España, fueron escandalosamente perjudicados al no cobrarles un claro penal a su favor cuando el marcador se encontraba igualado a 1. Casi al finalizar el partido, España anotó el gol triunfal que sirvió para darles el pase a semis. Al finalizar el encuentro, no se vio a un solo alemán queriendo pegarle al rival, y menos a los aficionados. Y razones tenían.

Para ser un buen futbolista, hay que ser buena persona. Hay que enseñar a los niños que, pese a que el fútbol se ha convertido en un monumental negocio, antes es un deporte, y por lo mismo requiere de valores, de respeto, de empatía. No de burlarse, solo por que eso le va a ‘bajar la moral’ al rival, no de fingir faltas tratando de engañar al árbitro, no de ‘trabajar a la boquilla’ al rival para ‘asustarlo’. Se trata de jugar bien para tratar de meter el balón en la portería rival. Si se gana, bien, si no, felicitar al ganador y trabajar para que en la próxima oportunidad obtener la victoria.

Fue una vergüenza ver a futbolistas charrúas entrar a las tribunas y agarrarse a golpes con los aficionados. Es una vergüenza ver, en las premiaciones, a futbolistas, que obtienen el segundo lugar, sacarse la medalla de plata en señal de ‘protesta’. Me pregunto, ¿qué protesta? ¿La de ser segundos? Es momento de tomar medidas para que este tipo de acciones, muchas veces apañadas por las autoridades de la Conmebol, no se repitan.

martes, 25 de junio de 2024

Perú en la Copa América

Historia repetida...

Como equipo, la selección peruana está dando sus últimos manotazos de ahogado. Ante Canadá, esto quedó demostrado. El espejismo que vivimos como hinchas en la era Gareca, está pronto a ser historia. Atrás quedaron los grandes partidos ante cualquier rival. Antes, Perú le podía ganar a cualquiera. Hoy, pierde con cualquiera. ¿Nos merecemos esto? Como hinchas, no. Como Federación, claro que sí.

Y es que el fútbol de un país no tiene que esperanzarse en que llegue un entrenador y que solucione o maquille todo lo malo que se hace dentro de nuestras fronteras. No hay trabajo en menores, no hay canchas decentes, no hay clubes que trabajen seriamente en proyectos a largo plazo, solo buscan resultados inmediatos, como campeonatos locales a fin de año, o 'ganar un partido' en Copa Libertadores. Nunca piensan (no creen) disputar instancias decisivas en estos torneos. Es casi una herejía solo imaginarlo.

Los resultados son los que vemos ahora: futbolistas que no están a la altura de lo que significa ponerse la blanquirroja, y ahora eliminados de la Copa América en fase de grupos. Claro, matemáticamente aún no, pero, ¿alguien cree que en el siguiente partido les podremos ganar a los campeones del mundo? y es que eso tendría que suceder para que soñemos con pasar a cuartos de final del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

Jorge Fossati no es el mejor DT para la selección, no por que sea un mal entrenador, sino porque nadie podría serlo. Para tener éxito al mando de la selección peruana, hay que trabajar de manera distinta. hay que trabajar la cabeza del jugador, hacerle creer que son buenos, que pueden ser un equipo, que le pueden ganar al más pintado. ¡Algo tan simple como eso! Ricardo Gareca lo entendió. Los jugadores le creyeron y se la creyeron. 

Paralelo a esto, la FPF tiene que hacer su parte. Pero mientras siga habiendo dirigentes que solo piensan en sus intereses, lo demás no importa. 

Ante Canadá, se vio restos de rebeldía en algunos jugadores. Lástima que ellos vienen siendo parte de la 'generación de oro' que están más cerca del retiro. Los que vienen detrás no están a la altura; es decir, no hay recambio generacional. Una película que ya hemos visto antes, y que muchos insisten en seguir poniéndola para que todos la veamos. La historia se repite.

viernes, 21 de junio de 2024

Copa América: Perú vs. Chile

Buen inicio 

La selección peruana empató con Chile 0-0 cuando todos pensaban que iniciaríamos la Copa América con una derrota. ¿Sorpresa? Claro que sí. Pero si el empate fue sorpresivo, más lo fue el rendimiento del equipo.

Jorge Fossati planteó un partido inteligente, donde ‘La Roja’ no nos superó nunca. Quizá unos 10 minutos del primer tiempo donde los del sur tuvieron un par de ocasiones de anotar, pero que fallaron en el puntillazo final.

Lo que sí queda claro es que la defensa es lo mejor de esta selección, con un Zambrano enorme, bien secundado por Araujo (ahora sí jugando en su posición natural) y por Callens, quien tuvo un gran partido. La deuda pasa por la creación y el ataque.

Si bien Piero Quispe no termina de ser el ‘creador’ que necesita la ‘bicolor’, el ex volante de Universitario se las ingenió para ser un obrero. Marcó, peleó, y se las ingenió para crear peligro en el área contraria. Pero eso no basta para lides más exigentes, como por ejemplo el partido que viene, Canadá. Vamos a ver de qué está hecho el menudo futbolista cuando enfrente a los norteamericanos.

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Adelante, la deuda de Lapadula pasa porque no tiene un ‘alimentador’ que lo deje en clara posición de cara al gol. En la teoría debería ser Cueva, pero ‘Aladino’ no está al 100%.

Atrás ha quedado el juego que implementó Ricardo Gareca (ahora con el buzo de Chile), vistoso, aflorando lo mejor del futbolista peruano: el buen trato del balón, asociación, pases filtrados y agresividad para recuperar el balón. Ahora, con Jorge Fossati, el desempeño del equipo pasa por el pragmatismo. La solidez defensiva termina siendo el mejor aporte del DT uruguayo.

Pero más no se puede pedir. Queda claro que esta Copa América va a terminar siendo el banco de prueba perfecto para lo que realmente importa: las clasificatorias.

Quiero ser prudente con mi simple análisis de este primer partido de la Copa América. Fue un buen inicio de torneo, y se sumó un punto cuando todos creíamos más en la derrota. Lo que se valora es que el equipo va a pelear. Esto de dejar el alma en la cancha es algo que no se debe negociar.

Ahora, ante Canadá, donde debemos buscar el triunfo, es responsabilidad de los jugadores demostrar de qué estamos hechos. Son un equipo experimentado, que gran parte de ellos ha jugado un mundial, y donde la historia debe hacer su parte. Esperemos estar a la altura del desafío.


jueves, 9 de mayo de 2024

Copa Libertadores

OTRO FÚTBOL, OTRO NIVEL

Jugar Copa Libertadores es jugar otro tipo de fútbol. Y no es que cada país juega a otro nivel con respecto a nuestro. Es cierto que en Perú se juega un fútbol muy precario, muy cortado, donde los árbitros cobran todo contacto, donde los jugadores reclaman todo y fingen faltas inexistentes obligando al error del juez del partido, pero llegar a la Copa Libertadores ya exige una concentración y velocidad distinta, incluso del que se juega en otros países.

En esta edición de Libertadores, tanto Universitario como Alianza Lima, han entendido que esta competencia exige dar más de los que se puede dar en el torneo local. Han pasado cuatro fechas de la fase de grupos y ambos tienen opción de pasar de etapa.

Eso no quiere decir que ambos están jugando bien. Pero la entrega y concentración están, No se negocia. Los siguientes partidos se vuelven a jugar de local. Alianza Lima recibe a un muy difícil Colo Colo, y Universitario se las ve ante Botafogo que ya agarró confianza, y ya sabemos qué pasa cuando los brasileños se echan a jugar con confianza.

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No podemos garantizar que alguno de ellos (Alianza Lima o Universitario) va a pasar de etapa, pero sí se puede alcanzar al menos una Copa Sudamericana, que es el torneo que va más acorde con nuestra realidad, con nuestro nivel.

Ningún torneo en el mundo se juega como la Copa Libertadores. Así como las clasificatorias sudamericanas son las más competitivas del mundo, el torneo de clubes de la Conmebol ofrece partidos con un vértigo descomunal que, repito, no se ve en ningún torneo local de cualquier país de Sudamérica. Después de tantos años espero que se haya entendido que competir en la Libertadores no tiene otra fórmula que jugar al 100% todo el encuentro.